Canibalismo
El latido hecho añicos
¡Duele tanto!,
Tan voraz es su estrépito vacío,
Que, en un afán atónito, del pecho,
Tratamos de arrancarlo con las uñas
Del verso consternado, cuando aprieta.
Mas sólo conseguimos que devore
Más lento, en su furor, la sangre herida
Cocida al fuego lento del poema.
Duele, Rafa, ya lo creo que duele!!! Se arranca con el tiempo...
ResponderEliminarUn beso
Cuesta recomponer el tiempo roto, pero tu eres artesano de palabras...podrás.
ResponderEliminarUn beso
Hasta que el intento de arrancarlo ya no es solo un intento, sino un hecho. Entonces, todo vuelve a su lugar, y de nuevo a oírse los latidos.
ResponderEliminarBesos.
Yo ya no creo en nada, que tu poema
ResponderEliminares bueno, eso si.
Besos
Desgarro con acordes de guitarra y sabor a vino amargo.
ResponderEliminarBuen año para ti, latido a latido.
El dolor pasa, al menos no es tan intenso.
ResponderEliminarBesos
¿Ves Rafita? Me identifico más con estos versos, porque se acercan mucho más a la realidad (mi realidad egoísta jaja)
ResponderEliminarBromeaba, eres grande en cualquier faceta del sentimiento; la poesía es lo tuyo. ¿Sabes cocinar?
Besos
Es que no sé porque, pero a veces nos gusta recrearnos en el desamor.
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