jueves, 6 de noviembre de 2008

La visita en el espejo



En mitad de la noche hasta mi casa
De visita ha venido la tristeza
Y la espalda le he dado con espanto.

Entonces mis pupilas, de soslayo,
Buscando en el espejo, ha perseguido
Y al fin, cuando ha alcanzado a ver su eclipse,
Me ha llamado “su hermano”…
Y ha llorado.

14 comentarios:

  1. La tristeza sólo viene de visita y por fortuna, se va...

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  2. Échala!; yoo te ayudo con una sonrisa y un beso.

    R.-)

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  3. A ver si lo entiendo ¿has hecho llorar a la tristeza? es así?

    Abrazos

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  4. Alegría te deseo para este finde que se aproxima... bueno, en realidad, para todos y cada uno de los días de tu vida.
    Bellímo
    Baci

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  5. Hay que romper los espejos Rafa. Visitas tan inoportunas no merecen réplica.
    Un beso

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  6. Milena, no sé si la hice llorar, pero lo hizo. El porqué nunca lo sabremos. Pudo ser por compasión, por envidia, por rabia...

    Un abrazo.

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  7. A mi me han dicho que la tristeza no llora salvo cuando sueña con sonrisas.

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  8. llevo largo rato leyéndote y no me extraña que hagas llorar a la tristeza. Tú eres capaz de conmover a quién te propongas con estos pedazos de poemas.

    Un beso, grandote.

    Te esperamos el sábado.

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  9. Puede ser Victoria, aunque no deja de ser una paradoja que el vértigo quedo y brumoso de la ciénaga termine por conmover a las auroras.

    Un beso. Allí estaré.

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  10. Buenas noches, chiquito y hazme el favor de pasar ya ya a otro poema que el ojo ese...aggg me recuerda a lo de la catequesis "el ojo que todo lo veía" que miedo madre madre.....

    Enga!

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  11. asi se cuela de rondon en nuestra alma y ya no nos deja, gran amiga se instala en la alcobe, en la mesa del comedor, entre los libros, en el polvo que levantamos por el camino...bello y triste y desgarrador poema. Me has traido ecos de nuestra Rosalia, un alma en pena que dejo pomas increibles e increiblemente tristes.
    Un fuerte abarzo.

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  12. Aunque yo no soy la alegría de la huerta precisamente en estos momentos, siempre habrá sonrisas para tí.

    Y mil besos desde mi luna.

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  13. Echaré la tristeza de mi casa, bien deprisa y bien lejos; me rompe el corazón.

    A ti te voy a guardar.

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