Me esfuerzo en olvidarte.
Y luego, con la noche…
Te sueño, amor, te sueño.
En sueños yo te encuentro.
Y al filo de la aurora…
Te pierdo, albor, te pierdo,
Te pierdo y en la herida,
Que ensancha la vigilia...
Me muero, albor, me muero.
Me muero y mi memoria
Se apaga sollozando...
“Te quiero, amor, te quiero”.
Y luego, con la noche…
Te sueño, amor, te sueño.
En sueños yo te encuentro.
Y al filo de la aurora…
Te pierdo, albor, te pierdo,
Te pierdo y en la herida,
Que ensancha la vigilia...
Me muero, albor, me muero.
Me muero y mi memoria
Se apaga sollozando...
“Te quiero, amor, te quiero”.
Además de ritmo, este poema tiene música.
ResponderEliminarPrecioso Rafa.
Un abrazo
CARPE-DIEM
Sería una estupenda canción de amor, a ver quien le pone música.
ResponderEliminarBesos
Y en ese espacio de tiempo que va entre el anochecer y el amanecer, el corazón se va muriendo poco a poco entre lágrimas, y de los labios, sin querer, queriendo, va saliendo su nombre.
ResponderEliminarPrecioso, Rafa.
Mil besos.
perfecto...
ResponderEliminar[Requiem aeternam dona eis Domine]
Me recordaste a Neruda... Casi pude escucharle a él recitandolo :))))
ResponderEliminarTriste pero demasiado hermoso.
Besos con olas de mar.
Olvida, amor, olvida..., y sueña, eso no dejes de hacerlo; y si no, ya sabes dónde encontrar a "tu reina".
ResponderEliminarBesos