Como árbol aterido en un invierno
De gélida penumbra sin descanso,
O eternamente igual que un sol oscuro:
Sin órbita. Sediento. Des(h)ojado.
De gélida penumbra sin descanso,
O eternamente igual que un sol oscuro:
Sin órbita. Sediento. Des(h)ojado.
Hermoso, como siempre...
ResponderEliminarBuen día poeta
PD. Califica tu regalo, columna lateral derecha de mi blog =)
Dan ganas de abrazarte fuerte y darte mucho calor...
ResponderEliminarPreciosa la imagen Rafa
Besos
Hola de nuevo Rafa, veo que sigues tan creativo como siempre. No descanses, aunque sea...aterido de penumbra, sin órbita, sediento, des(h)ojado.
ResponderEliminarBesos.
Me pongo en la fila de los abrazos para ti, detrás de Calma :))))
ResponderEliminarBesos.
Una gélida brisa me recorrió.
ResponderEliminarBESAZOS que templen tu alma.
Gris... ¿será contagioso?
ResponderEliminarBesos
Me has dejado mirando ese árbol des(h)ojado, ese sol oscuro y lo que he deseado decirte es que puede que las (h)ojas se hayan ido, pero los ojos no, esos miran y dicen mucho.
ResponderEliminarUn abrazo mas y van...
Hoy, para reinventar tus versos, quiero sentirme hache intercalada, así, en mitad de la palabra, rompiendo sentidos y abriendo nuevos perfiles a los acantilados de los significantes y los significados. Qué grande eres Rafita.
ResponderEliminarTinto de verano y aceitunas rellenas de cebolleta, por ejemplo...
Sediento de cariño e invadido de amor, una combinación un tanto extraña pero extraordinariamente encantadora.
ResponderEliminarMil besos más.