Sí, pudimos. Y se desató la euforia. Mi enhorabuena a todos. A esas madres, a esos padres de familia que, gracias a la gesta, han podido olvidar por una noche el esfuerzo que les cuesta llegar a fin de mes. A Zapatero, el presidente de Gobierno que ha visto a la selección alzarse con la copa de campeona de Europa. A los que sufren por desamor y esta tarde han visto como aún queda en sus corazones mucha pasión que echar afuera. A los que no pueden disfrutar de las vacaciones a que deberían tener derecho todos los trabajadores, por aquello de la competitividad y la falta de arrestos de políticos pusilánimes que nunca osaron levantar la voz contra el capital. A Luis Aragonés. A Torres y al resto de “jugones” –como dice el otro-. A todos. A todos.
Gracias, gracias, selección. Nos habéis hecho olvidar por un rato nuestras miserias, el hambre del mundo –aunque no haya muchos que suelan recordar semejante nimiedad-, a los que se hunden en el estrecho embutidos en una patera… Gracias, gracias.
Gracias a los políticos –antes de que ellos se cuelguen mil medallas por la llegada a buen puerto de la epopeya, yo se las otorgo con gusto-. Sí, gracias, muchas gracias, buena política deportiva en las élites –del deporte de base mejor no decir nada-, pero, si hemos de esperar otros 44 años, ¡legalizad de una puta vez la hierba, hipócritas de mierda!
ten cuidado disidente que te van a acabar llamando demagogo, te lo digo yo, que he visto como el Ayuntamiento de Trigueros, esta misma tarde sufragaba la colocación de una pantalla gigante en la plaza del pueblo para que un montón de catetos con camisetas rojas se mordieran la boca con el gol de Torres. Qué euforia, qué alegría, que franquista, ya solo queda que vuelvan a colocar la pantallita cuando toree el memo de José Tomás. Toros y futbol, el pueblo contento mientras liberan a otra cocejala por el módico sueldo de tres mil euracos al mes. Pero qué coño, semo campeone de europa. Hoy está todo perdonado.
ResponderEliminarsi... hoy el futbol ha hecho justicia.
ResponderEliminarha ganado quien mejor ha jugado.
collons Rafa, no entiendo, que ganas de mezclar churras con merinas...
ResponderEliminarTan sencillo como disfrutar de un partido de futbol sin más. Por una vez dejar de lado banderas, colores y miserias. Cada cosa en su momento.
Te lo dice una trabajadora desde los 20 años, solidaria, luchadora, pero... joder, una puta cosa que nos une a los españoles...
De una catalana, en fín... SI ¡PUDIMOS¡
Kai, no creo, no creo, que demagogia es regalarle el oído al que escucha, y esto no lo es. Y ya sabes, la profesionalización de la política está a la orden del día. Crecen los gastos corrientes y se estancan las inversiones, pero es que en esta Andalucía nuestra ya vamos por no se cuál modernización y, por tanto, para qué invertir más.
ResponderEliminarDeseo, sin duda ganó quién jugo mejor, bastante mejor. Ojalá fuese así todo en la vida, que los mejores tuviesen siempre su merecida recompensa.
Lenoir, yo es que soy así de complejo, tiendo a relacionar cosas que, en principio, parece que no guardan relación entre sí. Yo, aunque no le presto mucha atención al futbol, también celebré el gol de Torres, y, no sabría explicar el motivo, pero me alegro -y eso es bueno, que haya cosas que te alegren. Pero, amiga, tú has puesto el dedo en la llaga, me jode que estemos tan unidos para el fútbol y casi nunca haya ni una leve sombra de esa unión para asuntos mucho más importantes. Y, sin que sirva de disculpa, lo entiendo -pero me jode-: estamos cansados, muy cansados, hay muchos problemas en el mundo y si no nos aisláramos de ellos quizá acabásemos locos. Por tanto, al final nos unimos para las celebraciones y no para la reivindicación. Es decir, necesitamos un placebo que nos alivie de tanta mierda. Pues mira que legalicen la maría, que está bien rica.
Abrazos.
Yo, personalmente me he quitado 20 años de encima. Es un relax extraño. No pude ver el gol, pero un bebé de 30 días no entiende de eventos únicos, pero me bañé de madrugada gritando con mis vecinos y me sentí por un instante plénamente y sin complejos, feliz. ¿Por qué no lo voy a reconocer?.
ResponderEliminarBueno... yo también soy a mi manera.
ResponderEliminarPorque, también voy a las manifestaciones, y me rompo la cara si hace falta por la gente que lo necesita. No tendría porqué decirlo, pero lo digo, dentro de unos días viene a España la hija de una familia marroquí, una muchacha con la espalda doblada, sus padres aquí, ya sin ninguna esperanza de que pudiera venir aquí con ellos, pues me he roto el culo por conseguirlo, he ido con ellos a todas partes, he dado todo lo que tengo y más y al final le han concedido unirse a su familia.
Ahora lo estoy intentando con la hermana de una mujer de colombia, que me lo pidió, traer a su hermana, a la cual violaron en su pais con 35 años y dos hijos, y estoy rompiéndome los dedos para que pueda venir, en fín, que soy una persona con muchos principios y moral importantem,me considero solidaria como la que más, no sólo de palabra, de hechos, que es lo importante. Y repito, nada tiene que ver con que me guste lo que ha hecho España en este campeonato. ¿SAbes que tanto por ciento de catalanes (esta mañana en TV3 han hecho la encuesta) no se ha alegrado de esta victoria? el 69.
Pues bueno yo soy del 31% que sí.
Abrazos y besos
Ahhh y lo de la maria que hagan lo que quieran, a mi me coloca el sexo más que nada (guiño), pero vamos... libertad ante todo, me parece perfecto que la legalicen, incluso beneficioso.
ResponderEliminarUn beso
Cita el Rafita:
ResponderEliminar...me jode que estemos tan unidos para el fútbol y casi nunca haya ni una leve sombra de esa unión para asuntos mucho más importantes...
A mí también me jode ¡mucho!
Ely
Un artículo intersante aparecido en Público. No sé si se trata de ironía o de esperanza; en cualquier caso, muy bueno.
ResponderEliminarAbrazos.
España, campeón de la Eurocopa
Ese rugido
Isaac Rosa
Público
No me interesa el fútbol, pero observo con curiosidad su fuerza colectiva. Y fantaseo con ella. Ninguna convocatoria de huelga logra paralizar el país como lo hizo el partido anoche.
Ninguna protesta saca a la calle a tantos miles como lo hace una victoria española. Si el fútbol, se dice, narcotiza a la ciudadanía, también puede servir paradójicamente para demostrar el potencial político de la acción colectiva. Un ejemplo: siéntese en el balcón anoche a esperar un gol de España: de repente, miles de vecinos gritan al mismo tiempo un misma palabra, ¡Gol!, y el rugido resultante no parece humano, daría miedo de no saber lo que es. ¿Se imaginan si un día nos ponemos de acuerdo para gritar otro cosa? Nos oirían, claro.