Me desvela en la noche un sobresalto
–O un hundebajo que apunta al abismo-
Y busco en el armario con premura
La escopeta de caza
–Una de esas
De postas
Que apenas nunca fallan
En las distancias cortas.
No obstante, por fortuna
–O desdicha, tal vez-
No ha sido más que un mal sueño, y los gamos
Pueden, tranquilos, seguir por el monte
Y yo solo en mis nervios sobre el tálamo.
Y así la pesadilla que sin piedad me asalta,
En mi alma, sed de pólvora,
Se aloja cual cartucho mojado en la recámara.
–O un hundebajo que apunta al abismo-
Y busco en el armario con premura
La escopeta de caza
–Una de esas
De postas
Que apenas nunca fallan
En las distancias cortas.
No obstante, por fortuna
–O desdicha, tal vez-
No ha sido más que un mal sueño, y los gamos
Pueden, tranquilos, seguir por el monte
Y yo solo en mis nervios sobre el tálamo.
Y así la pesadilla que sin piedad me asalta,
En mi alma, sed de pólvora,
Se aloja cual cartucho mojado en la recámara.
Mi respetado poeta, vuelven esos versos angustiosos, esta vez encastrados en estéticas del pueblo, de inspiración popular vieja, cuando todo se arreglaba con escopetas, y las cosas eran simples.
ResponderEliminarPero tú no lo eres, que usas los estilos, y no ellos a ti.
Un beso
Pues te sale mantenimiento... :)
ResponderEliminar(acabo de tener un Deja Vu)
:)))
Besos.
Jooo Rafa... que mal rollo... pero que bontio lo has escrito. Ainssssss
ResponderEliminarBesets