Hay madrugadas en las que me siento
Igual que si estuviese despidiéndome,
Como si el nuevo día
Tuviese prisa y no fuese a esperarme.
Luego,
------------ cuando por el Este amanece,
Me adentro en los andenes en rüinas
Marchándome eternamente varado
Sobre el polvo de las sillas de plástico
Que agonizan en la sala de espera.
Me recuerda esa foto a las novelas de Emily Bronte...
ResponderEliminarQué triste... te imagino en la madrugada... ais....
Besitos para toda la noche
Hay salas de espera y salas de espera...las de maternidad son ¿cómo decirte?¿la vida?
ResponderEliminarHay madrugadas que son iguales a esa casa abandonada con los silencios-gritos de la nostalgia...
ResponderEliminarpero hay un lugar oculto en nosotros que podemos visitar y estar a gusto...habrìa que encontrarlo ya.
Un besote, Rafa.