Querida:
Lo malo de esta herida no es la sangre
Que encharca mis suspiros,
Ni el rojo agonizante del ocaso
Que enturbia mi mirada.
Tampoco es el fracaso o que me olvides
Como algo que no ha sido.
Lo malo es que prendido en tus recuerdos
Me lleves como llaga.
¡Quisiera que, ojalá, nunca en la vida
Me hubieses conocido!
Hasta siempre, mi amor.
Desde el centro insalvable del silencio,
A 26 de abril de 2008.
Posdata. Aún te sigo echando en falta.
Sin duda, la carta tenía que llevar una P.S.
ResponderEliminarSaludos.
Nany.
Sin duda, Nany.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ps. (je, je) No hay manera de acceder a tu blog, no sale en tu perfil.
Oh, perdon! :P
ResponderEliminarSe me olvida cuando comento desde el correo.
http://capochoblog.blogspot.com
Y lo volví a hacer. Desde acá accesas directo al blog.
ResponderEliminarSaludos y de nuevo te digo, me ha gustado mucho tu blog y la manera en la que escribes. Es una belleza.
Éxodo, un poema redondo. Una carta desde el corazón.
ResponderEliminarUn cierre precioso, y una p.s. que es un broche de oro.
¡Me encanta!
Un beso.
Soledad.
Escribir una carta es un acto de intimidad mágico. Le damos a su destinatario algo de nuestro ser más profundo, deslizamos por sus letras algo de nuestra esencia, y si además le expresamos la nostalgia que por él/ella sentimos... ¿qué más podemos "volcar" de nosotros en esa misiva ?
ResponderEliminarPs: Aunque frágil, procuro resistir, querido Poeta, y comienzo a percibir alguna luz
Abrazos, muchos, es siempre delicioso recibir noticias tuyas
Se clava en el alma. Un beso
ResponderEliminarRafa,
ResponderEliminarLas personas que entran en nuestras vidas, siempre lo hacen por alguna razón.
De no haber sido así nada seria igual.
Somos hoy, a partir de las experiencias vividas con las personas que pasaron.
No debemos convertirlas en fantasmas.
Un abrazo,
Estel J.