Y lo deseó con tantas fuerzas, que una mañana, al despabilar de la eterna duermevela que lo acongojaba, observo, con sorpresa, como las manecillas de su reloj de pulsera comenzaron a girar hacia la izquierda.
Al principio le resultó muy duro, casi tan insoportable como mirar hacia el oscuro y yermo abismo que se abría ante él desde que Elvira se apartó de su vida. Hubo de revivir el alejamiento, la incomunicación, los intentos frustrados por reconquistar su confianza y su cariño, la ruptura, los celos y los reproches, la traición recíproca. Pero tras estos primeros y pesados pasos hacia el ayer, comenzó a transitar los mismos senderos en el aire que durante varios años le hicieron sentirse tan liviano como un ángel perdido alegremente en mitad del paraíso: los abrazos, los paseos acurrucados mutuamente bajo la lluvia, el primer beso, la declaración de amor. Hasta que llegó el día en el cual la desconoció. Y, entonces, se desvaneció en un instante.
Febrero de 2007
A veces deseamos volver hacia atrás, sin pensar… intentando no sufrir, pero si miras hacia atrás te das cuenta de que cuando pasa el tiempo estas vacio, ahora por lo menos tienes sentimientos que antes no tenias, porque ahora hay gente que antes no existía… Así que no mires hacia atrás, quédate con lo bueno de esa gente, de esos recuerdos que ahora tienes, desechando los malos, pero sin olvidarlos porque de lo malo también aprendemos.
ResponderEliminarMil besos Rafa y mi ánimo siempre.
Este relato ya lo leí por entonces.
ResponderEliminarPodemos volver atrás de vez en cuando porque ya la vida se encarga de empujarnos hacia delante.
Un beso, grnadote.
Elvira, my love, ¿cuánto tiempo sin saber de ti...? Ande estabas metía...
ResponderEliminarKaiman, dando la bienvenida.
Rafa, ni queriendo, vamos, ni soñando, vamos para atrás tío. Este carro de la vida sólo anda hacia delante.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Es la hora de cerrar la puerta, està entrando demasiado frìo y no nos lo merecemos.
ResponderEliminarEl pasado ha sido transformado ya por el dolor, es un cuaderno para echar en la estufa, inasibles las cenizas.
Va mi abrazo, Rafa.