lunes, 17 de marzo de 2008

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A veces,

Tanto me pueden mis ansias,

Que no puedo evitar

Tratar de ir a buscarte.


Entonces,

Miro mis pies,

Alimento del barro de un cauce seco,

Y no puedo más

Que derramar una lágrima.



Fotografía: Jarek Kubicki.

6 comentarios:

  1. Y eso...?
    tan horribles son tus dedillos? je je

    Qué tierno, niño mío, me entran ganas de acariciar tu pelo...

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  2. Para verse (que no mirarse) los pies hay que agachar la mirada.Un poema hermosamente triste...

    Un abrazo

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  3. a lo mejor las lágrimas humedecen el barro y es más fácil caminar.No siempre es bueno tenerle tanto miedo a la tristeza, en el fondo es un sentimiento, y como todos, tiene su nutriente para el alma.

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  4. Con muchos de tus poemas podrías narrar a retazos mi vida. Será posible...
    Uf, me dejas helá!

    Besos, gradote.

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  5. Sigue marcando el curso de las aguas con làgrimas que a ella te lleven.
    Un beso

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