A veces,
Tanto me pueden mis ansias,
Que no puedo evitar
Tratar de ir a buscarte.
Entonces,
Miro mis pies,
Alimento del barro de un cauce seco,
Y no puedo más
Que derramar una lágrima.
Y eso...?tan horribles son tus dedillos? je jeQué tierno, niño mío, me entran ganas de acariciar tu pelo...
Para verse (que no mirarse) los pies hay que agachar la mirada.Un poema hermosamente triste...Un abrazo
a lo mejor las lágrimas humedecen el barro y es más fácil caminar.No siempre es bueno tenerle tanto miedo a la tristeza, en el fondo es un sentimiento, y como todos, tiene su nutriente para el alma.
Con muchos de tus poemas podrías narrar a retazos mi vida. Será posible...Uf, me dejas helá!Besos, gradote.
Sigue marcando el curso de las aguas con làgrimas que a ella te lleven.Un beso
Qué dureza...
Y eso...?
ResponderEliminartan horribles son tus dedillos? je je
Qué tierno, niño mío, me entran ganas de acariciar tu pelo...
Para verse (que no mirarse) los pies hay que agachar la mirada.Un poema hermosamente triste...
ResponderEliminarUn abrazo
a lo mejor las lágrimas humedecen el barro y es más fácil caminar.No siempre es bueno tenerle tanto miedo a la tristeza, en el fondo es un sentimiento, y como todos, tiene su nutriente para el alma.
ResponderEliminarCon muchos de tus poemas podrías narrar a retazos mi vida. Será posible...
ResponderEliminarUf, me dejas helá!
Besos, gradote.
Sigue marcando el curso de las aguas con làgrimas que a ella te lleven.
ResponderEliminarUn beso
Qué dureza...
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