Tierra quemada
Cuando venga la muerte a quitármelo todo,
No he de temblar de miedo. Ya otros perros mordieron
Todo aquello que tuve, arrojándome al lodo
De los pasos perdidos; a zarpazos me hirieron
Desgarrando mi aliento, transformado en recodo
que borró los caminos; sus ladridos urdieron
En mi entraña el vacío -¡Cuán silente ese modo
De espantosos aullidos!-; y un despojo me hicieron
En la nada sumido. Cuando venga la muerte
A quitármelo todo, nada más que dolor
Hallará en mis rüinas, en el iris inerte
Sólo lágrima viva, sólo sed, desamor.
Y será bienvenida porque un golpe de suerte
Será el bálsamo frío de su ansiado sopor.
Un corazón al que han despojado de sus más íntimos sentimientos, está dolido, hundido hasta el fondo del lodo y aunque deseemos la muerte, lo peor que puede pasar es que venga.
ResponderEliminarRafa, después de ese dolor puede llegar un rayo de esperanza que haga crecer otra vez sentimientos hermosos.
Ningún amor merece que queramos morir.
Montones de besos, mi poeta. Echaba en falta dejarte un comentario.
La tierra se quema pero es por el "fuego" de tus versos y eres un peligro, poeta, para la diversidad del Planeta. Te recuerdo tus "cargos":
ResponderEliminar"Matalilas"
"Contaminarríos"
"Cortarrespiraciones"
y ahora...Pirómano
¿Qué vamos a hacer contigo, "criaturita"
Yo... lo tengo clarito:
”protegerme de vos” je je
Besillos, muchos
He leído tus últimas entradas escuchando a Ruibal, el primito del kaimán, y la combinación ha sido maravillosa.
ResponderEliminarAhora al leer este último, el silencio ha sido aterrador, me han erizado la piel tus palabras. Solo quiero pensar, ahora, que una tierra quemada, con el tiempo y el mimo puede volver a ser fértil como la desolación tuya es hermosa.
Un beso.
Cuando venga la muerte nos hallara desnudos
ResponderEliminaral igual que la vida nos vio nacer, nada te llevaras,
igual que nada trajiste, pero seguro que un último suspiro
escapa de tus labios y va a parar a los labios de tu lila celeste.
Mil besos Rafa.
Un tema que me pone la piel de gallina, será porqué el tafetán que luce, se asemeja a un gato sobre una escalera.
ResponderEliminarUn saludo.
sí que es intenso...
ResponderEliminarMi querido poeta, sólo se me ocurre quitarte la diéresis de tus ruinas, para aligerarlas.
ResponderEliminarAbrazos desde Eea
Circe
Cuando venga la muerte
ResponderEliminarQue venga muy tarde
Que hoy duerma muy lejos, Rafa.
Un beso.
Es francamente hermoso, como Triana
ResponderEliminar¡Hala!
ResponderEliminarQué bonito, y qué suave su cadencia, al principio ni me di cuenta que era un soneto.