Trece años después de decretarse la abolición de la discrepancia, una pequeña y desconocida tribu fue descubierta aislada en los restos que aún quedaban de la casi extinta selva amazónica, uno de los lugares aún, a pesar de su exigua superficie, más recónditos e ignotos del planeta. Aunque bien pronto fueron descubiertos los sencillos fundamentos de su lenguaje, jamás fue posible comunicarse con aquellos seres que parecían recién llegados desde otro mundo. Nadie nunca logró traducir la esencia de su pensamiento.
Febrero de 2007
Por suerte, o no, nunca nadie nadie puede descifrar el pensamiento, ni de ellos ni de nadie...es ese lenguaje secreto que sólo confesamos a nosotros mismos...
ResponderEliminarCiao.
SUpongo que ellos podían discrepar, lástima que se les acabara lo bueno.
ResponderEliminarMe ha encantado. Reconozco que estos relatos tuyos, tan metafóricos, son mis favoritos.