viernes, 18 de enero de 2008

Simiente yerma


Y un día al fin comprendes
Que el pasado está muerto.
No me estoy refiriendo
A perder la esperanza
Cuando ya fue enterrada
Hace siglos de espanto;
Hablo de ver los huesos de las horas perdidas
Calcinados a un sol gélido y negro
Sobre el polvo de un ala.
Es justo en ese instante
Cuando, de espaldas a las alboradas,
Se comienza a gestar otra simiente,
Quizás de primavera,
Breve excepción en los hielos perpetuos,
O de negros eclipses;
Sólo el paso del tiempo
Puede desentrañar tales arcanos
Y ver germinar cizaña de invierno
O a una delicada flor de un día
Que no se reconoce en los espejos.

6 comentarios:

  1. Me pareció leer esperanza y nuevas ilusiones o ilusiones renovadas. O será que por momentos parece que se abran nuevos horizontes siendo capaz de dejar malos momentos atrás.

    Besos

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  2. Saludos del Danubio!!

    Un beso

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  3. Un saludo, siguiendo disfrutando :)

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  4. Siempre nacen primaveras del más crudo invierno, por eso, aunque es difícil, más de practicarlo que decirlo, es mejor tener paciencia que desesperarse y tirarlo todo por la borda. En los momentos difíciles, acordarse del proceso de la naturaleza con las estaciones y de que en la vida nada es permanente, todo está en constante cambio y movimiento, nos pueden ayudar en los inviernos más helados....y a no bajar la guardia en el verano.

    Abrazos casi primaverales (que me perdone el Secretario por copiarle el saludo, pero es que me encanta¡¡¡¡)

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  5. Esperanza de la naturaleza, hasta la vida en el ultimo rincon surge y pelea hasta el final...
    Un abrazo.

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  6. Vaya, este escrito suena bien... sabes a lo que me refiero, espera que tenga más de rafael que un trozo de su imaginación y de su capacidad poética, espero que tenga un pedacito al menos de tu más reciente realidad...

    Genial el poema, se nota que sabes lo que dices...

    Muchos besosss Rafa.

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