La vida, es cierto,
Da muchas vueltas,
Te humilla, te revuelca, te arrastra, como al lodo,
Contra las rocas, contra el pasado, contra la horrible
Revelación de los espejos,
Hasta que sólo queda arena muerta.
Y en uno de esos golpes todo cambia,
De súbito,
Y se decreta la amnistía.
Pero ya no es posible
Reintegrarse;
No hay vuelta atrás para un cadáver.
Fotografía: Marco Santucci.
También nos levanta, nos besa, nos regala amistades, nuevos amores y momentos mágicos.
ResponderEliminarY los muertos no físicos sí pueden resucitar de nuevo al mundo¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Abrazos vivos
lo dudo ;)
ResponderEliminarUn beso.
Quizá exista la reencarnación, al fin y al cabo somos energía, y si nó pues a no dejarse morir, si el cuerpo aguanta que aguente el alma. Precioso el poema. Un abrazo
ResponderEliminarPuede que sea posible, matilde, maría, leuma, yo tengo muchas dudas, pero ya, ante la duda, siempre me quedo con la peor opción, así, al menos, me evito frustraciones.
ResponderEliminarBesos.
Espero que no sea tu caso, Rafa por el amor de Dios...
ResponderEliminarExcelente, ya sabes.
Besosss
reinsertarse con un beso, que idea más buena...
ResponderEliminarY aún así... ¡Hay cadáveres tan bellos...!
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