No llegó la Navidad
A la casa del pobre.
No hubo turrón de almendras por Nochebuena,
Ni rumores de un dulce villancico,
Inundando las almas y la mesa.
Y tampoco los los hijos regresaron
Desde un mundo poblado de miseria.
Eso sí, hubo
Frío, mucho
Frío, aun en la nevada ausente,
Y una dolencia crónica
De infinitas carencias.
Nunca se vislumbrara una estrella, desde la casa del pobre,
Que guiase los caminos de la magia y la esperanza
-Es un mármol muy pesado la desgracia-,
Ni luces a gritos como luceros
Titilando en mil colores tras la puerta.
No, un año más
No volvió el hijo, los hijos, tal vez por siempre
Perdidos en la muerte o la distancia
-Fue tanto tiempo
Sin recibir una carta-
No,
No llegó la Navidad a la casa del pobre,
Pero en la noche, también en esta noche,
Encontró su cobijo el amor bajo las sábanas,
Frías, arrinconando en su llama a las lágrimas,
Y fueron emergiendo desde el pozo
De las profundas y eternas desdichas
Mil caricias tan puras como perlas
Engarzadas con los besos y el abrazo.
Por altares de opulencia, mientras tanto,
Iba el amor,
Moribundo,
Deambulando,
Sin saber ni querer entregarse,
Por no mirar por un momento,
A la casa del pobre desdichada
Y a sus sábanas comidas por la escarcha
Bajo el fuego del más grande amor
Sitiado de miseria.
Fechas de paz y amor falsos
Entregadas a un dispendio miserable,
A belenes opulentos y sin magia
Que pretenden superar al del vecino,
Y a manjares sin sabor sobre la mesa
Para nada. Entretanto el amor, el verdadero
Amor, sólo en la casa del pobre,
Compartiendo,
Resistiendo a consumirse
De miseria.
25 de diciembre de 2006
Rafa, este es el lado más triste de la Navidad y como el buen oeta que eres, no has podido mirar hacía otro lado, porque tendremos que ser así, y celebrar estas fiestas que parecen entristecer aún más al solitario, al pobre, al huerfano.
ResponderEliminarEs triste y hasta me siento un tanto estúpida celbrando por el mero hecho de la tradición y por la sonrisa de mi hijo, eso realmente es lo único que me vale.
Yo este año tengo una baja en mi mesa, no será igual, no será facil , pero habrá que maquillar el rictus y brindar con mucho cava.
Un fuerte abrazo
Sí que tienes mucha razón. Mientras unos pensamos en esta noche poner en nuestra mesa, en nuestro hogar....aquello que llevamos comprando semanas para que nos cueste menos €.
ResponderEliminarUna verdadera injustica este mundo, que unos tantos y otros tan poco, sino poco,.....NADA. Y a veces se jueguen la vida en alcanzar sus objetivos de buscar un mundo mejor y más justo.
Pero como dice Sandra, yo por ver tambien las sonrisas de los míos, de mis hijos, suegros, padres, esposo.......haré la cena esa noche. Aunque no abundante, si que no me falten este año, pues no sé cuanto me durarán.
Te deseo Rafa UNAS FELICES FIESTAS.
Que todo te sonría este año que comienza.
Un beso.
Me hacès pensar con tu post.
ResponderEliminarEn argentina hay un algo especial, acà, que hay pobres de verdad, que nunca probaron un turròn de Alicante ni de casualidad, ni un champagne, un buen cava español (què ricura), el pobre que va pariendo el año como puede tiene en su mesa el 24 por la noche la ùnica tradiciòn que es sentarse a compartir "lo que cada uno aporta para cenar" y algùn pan dulce que le regalò el patròn en el trabajo.
Hay una canciòn de Leòn Gieco, un gran artista argentino, te dejo la letra que es bellìsima.
Toma Luis
Mañana es navidad
Un pan dulce y un poco de vino
Ya que no puedes comprar.
Toma Luis
Llévalo a tu casa
Y podrás junto con tu padre
La navidad festejar.
Mañana
No vengas a trabajar
Que el pueblo estará de fiesta
Y no habrá tristezas.
Señora
Gracias por lo que me da
Pero yo no puedo esto llevar
Porque mi vida no es de navidad.
Señora
Cree que mi pobreza
Llegará al final comiendo pan
El día de navidad.
Mi padre
Me dará algo mejor
Me dirá que Jesús es como yo
Entonces así podré seguir.
Viviendo, viviendo, viviendo
Un abrazo, Rafa
abrazos
ResponderEliminargrupo filoabpuerto