Sé que es absurdo afirmar su existencia,
Mas ha venido a visitarme un hada.
No me ha otorgado deseos ni nada,
Pero mi alma anegó de su presencia;
Y el aire de sus alas, mi dolencia,
Levemente ha dejado aletargada
Y las sombras ha henchido de alborada
Su vuelo de azulada opalescencia.
Tras un breve soplo, alejóse aprisa,
Mas me queda el calor de su sonrisa
Calentando las nieves de mi invierno,
Quebrando los cerrojos de mi infierno,
Haciendo renacer la fantasía
En mi noche de ensueños tan baldía.
Ilustración: Hada azul (tomada de enfemenino.com)
No digas nunca que las hadas no existen, Rafa. Las tienes p`resentes en cada segundo de tu vida. Lo único que tienes que hacer es saber encontrarlas y comprender su lenguaje.
ResponderEliminarUn beso muy grande.
no sé si existen, pero si es así yo creo que no se alejan mucho.
ResponderEliminarA veces hay que aprender a sentir sin el temor a que nos hagan daño.
Un beso.
viva lo absurdo!!!
ResponderEliminarque hermoso poema, que tierno calor...
besos.
Qué facilidad tienes, joio...!!!!
ResponderEliminarUn beso algo verdoso (¿es verde la envidia, no...?).
No me extraña que haya hecho renacer tu fantasía, la visita de un hada debe ser una pasada!! :P
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