Estefanía
Es una chica muy exigente.
Una mañana, de aquellos tiempos
En los que aún
Yo no cuidaba rima ni métrica,
Leyó mis versos
Y me espetó solemnemente:
- ¿Dónde reside
La diferencia
De esto que escribes con algo en prosa?
Yo, humildemente, le respondí:
- En la emoción, el sentimiento,
En otorgar a las palabras
Otra semántica,
Pintando el gris del diccionario
De mil colores,
De libertad… eso es poesía,
Y lo demás
Es accesorio.
Años después,
Cuando mis versos se engalanaron
Con los ropajes de la espinela,
De las octavas o del soneto,
Vino a decirme que para ella
Era poesía
Aquel anhelo de libertad
Que yo le expuse en otros tiempos,
Que no entendía por qué caminos
Me hube olvidado de ser poeta.
Yo le expliqué que mi emoción
Estaba ya
Encadenada por el otoño,
Y que era justo
Que fondo y forma, en mis poemas,
Fuesen coherentes
Como lo fueron en el pasado.
- Pues, la verdad,
No lo comprendo –me dijo, mientras
Siguió leyendo su libro de
Marcial Lafuente, Estefanía.
Es una facilidad de palabra, una forma de hacer que las palabras fluyan dibujando emociones y pensamientos, que yo me quedo perpleja.
ResponderEliminarEl post anterior de Evanescencia me dolió en el alma...
Todos los anteriores me dejaron callada y quietica.
Un abrazo.
De nuevo musica poética, a loa Haendel, teñida de ironia y dulzura. Bravo. Castilla Center.
ResponderEliminarGenial, bravo, cada vez me sorprendes mas y mejor. Que sencilla y poetica forma de expresar y definir la poesia, tu poesia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Emoción encadenada al otoño...
ResponderEliminar¿El poeta sabe que después del otoño viene el invierno y tras él la primavera?
Un abrazo.