Siempre quiso pensar que estaban hechos
El uno para el otro. Sólo obsesos
Anhelos que los dejaron desechos.
Al uno por el otro. Con los huesos
- - - Quebrados, y espinas desde sus pechos
Brotando con cada encuentro. Posesos
De la gélida amargura de lechos
Separados en la noche. Sin besos
- - - Ni aliento en la boca. Tanto pensarse
Y pensar, que acabo por olvidarse
De elegir su camino hacia el amor.
- - - Y, maltrecho, se ancló en la encrucijada
Entre el deber y el deseo. Sin nada.
Sin ella ni horizontes. Sin calor.
- - - Sumido en el dolor
De ya para siempre sólo ser uno
Sin ella; mitad sin fuego ninguno.
Allí,en esa encrucijada, detenida, sus pasos se cruzan con los de alguien que quizá se está preguntando hacia dónde dirigir los suyos.
ResponderEliminarNo podemos transitar todos los caminos, mi querido poeta, al menos no con nuestros pies. Con el alma....con el alma..no lo sé
Abrazos, profundos, "sudados", de caminante
Habrá que mirar para dónde tiran "los patitos de goma",y así saber qué dirección tomar en esa encrucijada...
ResponderEliminarRafa, "sos un boludo" ,me hacés llorar...
Pensar en que la deseas, pensar en lo que debes hacer para tener a gusto a esa persona que quieres... cuánto mejor sería dejarse llevar por la improvisación de cada día. Triana Center
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