Yo sigo aquí
Sin espacio;
Sobre un lecho de otoño
Que entre las horas muertas
Va ocultando el camino;
Crepúsculo y mortaja
Con un ocre en los párpados
Que devora el celeste;
Con las pútridas huellas,
Como férrea raigambre,
Abismado en la nada;
Centinela a la espera
De la voz de un fantasma.
Te diría que dejases el lecho, que las hojas son sábanas frías
ResponderEliminarPero tú te obstinas en dormir en su cama y en su recuerdo agonizas...
(aunque dicen que el que canta su mal espanta).
Ayyyy, Rafa, Rafa...
Un beso.