Lo único cierto es que hoy,
Ya tan perdido,
Requiero de tu ayuda más que siempre.
No que me abraces o vengas a verme,
O que dejes que me engañe mientras pienso
Que aún es posible escapar
De mi espesa soledad en tu mirada.
Ni respirar en tu aliento
El aroma a primavera que me falta
O admirar como brotan madrigales bajo el mármol
A tu lado.
Ni tomarme un café
---------------------------- cortado
Con tu sonrisa y un poco
De azúcar color celeste.
Ni la emoción del encuentro
O esa punzada en el pecho
Preñando de desconsuelo
El aire en las despedidas.
Ni que calmes con tu voz
Mis latidos desbocados y confusos,
Ni el vuelo ni el verso ni el cielo ni el alba
Ni que me mientas diciendo
Lo que me echabas de menos
En la ausencia del verano
De una nieve sin invierno.
Que escribas de vez en cuando
Contando que estás mejor
Y que van cicatrizando
Las heridas del pasado.
Sólo así podré sentir,
-Esperanza en la quimera-
Que a pesar de la distancia
Aún
Existo.
(Cómo hacértelo saber
Si no sé donde me encuentro).
Febrero de 2007
me alegra haberte encontrado
ResponderEliminarAbrazos desde Miami
gracias por tus palabras bellas como lo es tu blog
ResponderEliminarParece que a veces nos sintamos vivos sólo si nos tiene en cuenta esa y no otra persona, lo único cierto está en nuestra mente, beso
ResponderEliminarGracias a ti, mi despertar.
ResponderEliminarAsí sucede leuma, ya lo dice Ángel González en su poema "Muerte en el olvido"
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...