si cegaste a tus ojos mis palabras,
y por mucho que ruegue y que te ruegue
mis plegarias te abruman por macabras?
¿Cómo en la mar la ola en que navegue
mi súplica entonando abracadabras,
cual cábala balsámica que allegue
el ruego en mi botella hasta tus abras?
¿Cómo en la niebla el poniente perdido
que empuje a mi velero carcomido
tras tu estela, si tengo alma de plomo?
¿Cómo?, si tengo la lengua cortada,
olas de arena, la magia agostada
y exangüe, jirones por vela … ¿Cómo?
Pues esta cábala no parece demasiado difícil de interpretar, un alma de plomo debe pesar mucho imagino y sin lengua para proclamar el dolor debe ser una pesadez martirizante, Un abrazo
ResponderEliminarTu alma no es de plomo, plomo, sino de plomo derretido por la ausencia.
ResponderEliminarBufff, leuma, cuando se juntan las fuerzas gravitatorias de un alma y una lengua de plomo, es como un agujero negro del que casi nada, ni siquiera la luz, escapa. Aunque, a veces, la física no lo explica todo.
ResponderEliminarAnonimo... ¿plomo derretido? Eso, además de pesar, quema ¿no?
Gracias por tu comentario. Me encanta encontrar gente que aun no ha descartado el soneto como forma de expresión ;-)
ResponderEliminarGracias a ti, marae, y bienvenida.
ResponderEliminarUn abrazo.