Te inflamas en primaveras
Mientras me absorto de frío
-Vértigo quedo en la espera,
Piel de barro en el abismo-.
Tu boca tendida al sol,
Como ropa recién limpia,
Mientras que yo me repliego
-Soy boreal sin auroras-,
Hecho mordaza, en las sombras.
En tu cristal ya no buscas
La extinción de mi crepúsculo
Pero me embosco en lo oscuro
Cual anhelos entre el láudano.
¿Adónde emigran los cánticos?
-Mi hemisferio es la noche;
--------------------------------------------- Noche astilla / noche blanca-
Siempre hay un momento en el que se unen el día y la noche y éste momento tan bello es el crepúsculo. Deja que se junten. Un beso.
ResponderEliminarMe encantaron las imágenes de este poema... sobre todo: soy boreal sin auroras... increíble!
ResponderEliminarBesos!
Malena: es cierto, ese momento es especial
ResponderEliminar¿En esa confluencia de los hemisferios norte y sur, no está
el ecuador?
El sol alcanzará su cénit en tiempos de equinocio
Quizá en esa fusión de extremos, ceda la agonía
Besos
Gracias, malena, alejandra, milena.
ResponderEliminarEl crepúsculo es tan efímero que puede ser difícil de captar. Tal vez sea eso.
Besos.