domingo, 12 de agosto de 2007

Breve apunte de semántica política


Infravivienda: Eufemismo de chabola, utilizado por los poderes públicos al servicio de lo privado, para tratar de que creamos la falacia de que aquí, en la tierra del progreso y la igualdad de oportunidades, todos hemos prosperado.


Fotografía: "Infravienda" en Murcia (por poner un ejemplo).

9 comentarios:

  1. Aunque cambie el nombre el significado está, es cuestión de no ceder a la manipulación de la palabrería que pretende ocultar la verdad, un abrazo

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  2. al pan pan, al vino vino, y al cachondeo de los politicos con las chabolas, voces que clamen en el desierto mediático que informa sin tomar partido

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  3. Sin duda quienes dominan las palabras para ajustarlas a sus mentiras, o sus medias verdades, ya tienen un escalón subido en el camino a una de las más tiranas de las manipulaciones, la de la comunicación. Cada cosa por su nombre y los eufemismos solo me gustan en la intimidad, por cariño y cuando el sexo está presente. (Con esto quiero decir que es el único momento en que soportamos que al pene erecto le llamen "cosita"). Pero la chabola es chabola, lo llame como lo llame el ministerio.
    Gambón a la plancha y Diamante a cinco grados.

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  4. Pues sí, la perversión de la semántica nunca es inocente ni deja de tener consecuencias. Las cortinas de humo se inventaron para ocultarse, como la nocturnidad y la alevosía. Es preciso desenmascararlos, pero, con los medios de que disponen, la tarea es ardua.

    Abrazos.

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  5. Pues por aquí en Madrid no se les tiene mucho aprecio a los chabolistas, cunde el tópico de que esperan ser realojados. ¡ Qué morro !, yo pago mi casa y a ellos se la regalan. Yo siempre digo lo mismo, vete a una chabola a vivir hasta que te la den.

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  6. Y qué me dices de las Sobraviviendas. Esta palabrota en plural tan extendida en cada calle. Tú mismo lo has pronunciado en otras ecasiones.

    Un beso

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  7. Ajá, Victoria, pero éstas, según dicen, son en realidad inversiones super-rentables, columna vertebral del capitalismo popular y familiar. Es por eso, como, aunque no única, causa primera, que a las chabolas es "preciso" llamarlas infraviviendas. Cuando reviente la burbuja, los especuladores tendrán a buen recaudo sus ganancias robadas, mientras la ilusión del capitalismo popular se tornará pompa de jabón, como en el tango de Cardícamo. Entonces, entonces, se empezará a llamar a las cosas por su nombre, y, muchos, comprenderán, al fin, lo que es una chabola. Y a río revuelto, ya se sabe, ganancia de banqueros, ay! digo, de usureros.

    Un beso.

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  8. Pues, qué duda cabe, larrey, que habrá de todo. Pero, con pisos de 30 metros a la pila de millones de las antiguas pesetas, y las subcontratas y las ETT y las relocalizaciones y el latrocinio institucionalizado, amén de unos sueldos de auténtica mierda (más de 8 millones de españoles por debajo del umbral de la pobreza, que lo dice Cáritas, que no es precisamente una organización de cuño marxista), que a más de uno no le da para mucho.

    Sinceramente, al igual que la sanidad, la educación y tantas otras cosas consideradas servicios públicos (cada vez, por cierto, más privatizados al servicio de los mangantes), la vivienda debería ser una garantía básica asumida por el estado para todos los ciudadanos. Digo la vivienda, no mansiones señoriales ni segundas ni terceras residencias. Y, para ello, subir, qué coño, los impuestos, pero con dos cojones, no sangrando al que no se pude defender y regalando medio erario público a los ricachones (esa es, actualmente, la política fiscal en España). Pero todo ello no deja de ser demoníaco y marxista, frente a la cohorte arcangelical del libre mercado.

    Abrazos.

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  9. Pues mira que si no se hiciese con caracter retroactivo subir los impuestos no parece tanta locura. Quien ya tenga una casa, la segunda un 1000% más gravosa.
    NOTA espero que en mi post anterior se advirtiera que el "!morro !" era dicho por otros, olvidé las dichosas comillas.

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