Estos versos ya no laten,
Están muertos:
Cual teclado cadavérico que acoge
El embate de las olas de un fantasma
Sin luna, aliento ni sueños,
-------------------------------------- ululando,
Ingeniando los silencios más recónditos
De las sombras titilantes que se ciernen
Tras las simas azogadas de un espejo.
No creo que los versos mueran, siempre hay alguien que siente sus latidos...
ResponderEliminarSaludos
A veces laten tan bajito que nuestro oído no los capta, pero están, están.
ResponderEliminarNo es el caso de esta página, en la que a veces hay que bajar el volumen a su intenso palpitar.
Besos.