Como trompeta de Jericó, tú
Llegaste.
-------------- Mientras, yo,
Como tímpano atento al límite del éxodo,
Le iba abriendo las puertas a tu música
Con devoción pagana.
Mas tu estrategia de tierra quemada,
Barbarie que llega, arrasa y se va
Impuesta desde antiguo en los altares,
Te hizo nómada al viento,
Y una ruina cerrada, polvo al polvo en el frío,
Quedó desparramada en el silencio
Con un polvo azul prendido a los labios
Y atávicos anhelos de deidades.
La orquesta de la luz – Tú eres el hombre
ResponderEliminarGracias, Ely, amor, me ha encantado. No conocía a la Orquesta de la Luz. Luz y salsa, buen remedio para aliviar los tímpanos de las sombras de las trompetas de Jericó.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, luz y salsa son un buen remedio para levantar el ánimo.
ResponderEliminarJaponeses triunfando en el mundo entero con una orquesta de salsa y no hablan ni papa de español, jeje ¡cómo son estos japoneses!
Besos, chiqui.