jueves, 28 de junio de 2007

Vómito y arado

A Octavio

Ante la inmensa y maloliente podredumbre que, a la vista o escondida bajo las alfombras palaciegas, anega el mundo, muchos no sienten la nausea, algunos la refrenan, y sólo unos pocos dejan fluir el vómito. De estos últimos surge el material con el que se labra el futuro.

2 comentarios:

  1. Muchas revoluciones quedaron pendientes porque no hubo suficientes vómitos. Lo triste no es el que no siente nauseas, si no el que refrena el vómito

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  2. Nunca los tibios construirán un mundo mejor. Y el mundo está apestado de tibios.
    Perfiero a los malos, que sé por donde vienen, que a los regulares que ya no vienen ni del Tercio.
    Un abrazo.
    Octavio.

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