viernes, 8 de junio de 2007

El iluso

Por miedo a que lo descubriese el desaliento, cada noche, amparado en la penumbra, le escribía una carta de amor. Nada importaba que el servicio de correos, no llegase al lejano yermo de su destierro.


Veinte se septiembre de 2006

3 comentarios:

  1. Después, al amanecer,
    la leía y releía
    y se decía
    que algún día
    todas esas palabras
    jamás pronunciadas
    se las enviaría

    pero no hoy
    no todavía
    y con malva melancolía
    doblaba el papel
    y en infinitos fragmentos
    rasgaba su osadía

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  2. Sé de alguien que -ilusa-
    se atrevió a enviar su declaración.
    Fue recibida con alborozo
    pero al poco,
    al poco -el otro- se acojonó.
    PAQUITA

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  3. No sé, no sé... Milena.

    Paquita... gajes del oficio. Pero por lo menos se intentó ¿no?

    Besos.

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