Cómo echo en falta mirarte. Sentir
De nuevo en la pupila la calor
De los murmullos de tu risa fresca,
Y lamer con las puntas de los ojos
Muy suavemente tu dulce ternura;
Verte llegando mañana a mañana,
Sobre el ala de tus huellas, con gozo,
Y entonando tu tan particular
“Qué pasa aquí”, melodía en mi oído
Sonando como el Himno a la Alegría
De Beethoven, cántico de esperanza.
Cómo echo en falta la luz de tus labios,
Esa luz que, como faro a lo lejos,
Me mostraba, entre los bajos de arena,
Los cursos a tu inaccesible playa.
Mas, siempre en mis miradas, el amor
-Ese amor que me arrastraba hasta ti
Cada alborada, venero emergiendo
Como espesa maraña a borbotones-,
Fue anegando de cieno los caminos
Y cerrando por siempre los paréntesis,
Que, entre ambos, le abrimos a la noche,
Como el brillo fugaz de las luciérnagas.
Cómo echo en falta pensar que otra vez
Con el alba, habré de poder mirarte;
Qué esta mirada de amor me ha negado,
De por vida, el volver a contemplarte.
Pero brillan...
ResponderEliminarPrecioso.
Un abrazo.
Paréntesis de luz a la noche, es bonita la imagen, me gusta para mostrar la añoranza, un beso
ResponderEliminarGracias, mamen -sí, brillan... a veces-; gracias, leuma -ya sabes, es que yo, por los paréntesis, me pirro, jajajaja-.
ResponderEliminarBesos