Bar del Folies-Bergère. Edouard Manet.
(Elena)
Gozabas enseñándome las tetas
Al servirme cada noche la cerveza
Tras la barra del bar de tu padre.
Yo trataba de que no me atraparan con todas mis fuerzas,
Pero ¡dios! ¡qué magnifico par de de tetas!, Elena,
Y siempre terminaba cautivando mi mirada
La promesa de placer que me ofrecías
Desde el fondo fabuloso de tu escote.
En mis ojos clavabas entonces como garras
Tus ojos de loba en celo reclamándome,
Pero en mi renuncia indeseada e insensata
Apuraba de un trago la cerveza
Para irme con un simple hasta mañana.
Cómo me arrepiento de mi absurda mojigatería
Y de no haberte propuesto al fin alguna noche
Irnos a fornicar a tu salida del trabajo como perros.
Pero yo te llevaba más de veinte años
Y la estúpida moral que me embargaba
Alzaba una barrera infranqueable
Que encerraba como ergástula el deseo.
Después, una noche, aunque bastante más negra,
Tal como otra cualquiera, tú
Ya no estabas, Elena.
Un traspaso inesperado de negocio
Y, desde entonces, ¡qué amargo!
En mi mirada vacía
El sabor de la cerveza.
Vivan ese par de tetas construidas con material inflamable, y las noches que tus ojos se daban la vuelta buscando el fondo del escote, ese precipicio sin nombre, más allá de la realidad y en los alrededores de lo inimaginable. Malditos todos los tragos de cerveza que diste para distraer tentaciones, el cigarro post coital que no fumaste y malditos todos los perros que fornicaban a la misma hora que tu pagabas la cuenta y decias hasta mañana. Cosas de la vida tío.
ResponderEliminarTetas y cervecitas.
¡Qué de ocasiones perdidas ... hemos tenido todos! ¿Aprendimos algo de nuestro error? ...
ResponderEliminarBUEN DÍA, ha salido el sol. PAQUITA
esos escotes que marean dan vértigo, es normal que no todos se atrevan a dar el salto
ResponderEliminar¡Hay que ver de lo que son capaces unas tetas, que sirven una fría cerveza, que arrancan unas nostálgicas y sensuales letras, ....además de tirar más que una par de carretas...!
ResponderEliminarun beso.
(Rafa..que me he atrevido..)
Hay que ver, eh! Que en un escote también es posible fraguar un montón de versos. Y también de besos... a veces.
ResponderEliminarAhora voy a ver ese sonteto nacido de la ventisca.
Abrazos
Rafa
Fue a partir de ese día que empezaste a beber vino. Lastima de tetas...
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