Precisamente por eso hay que caer en las tentaciones antes que éstas se pudran, o se pasen de fecha o se conviertan en algo que jamás nos tentaría. Hay que pecar, pecar con convicción, decisión y, según la naturaleza del pecado, con precaución. Cuando el tren abandona la estación es muy dificil poder asirse de nuevo a alguno de sus vagones. Sidra y besos.
Pero ... quedan manzanas, claro que si solo quieres esa manzana ¡malo! También puede ser que la mires con malos ojos y solo esté un poco deshidratada. Besos y manzanas. PAQUITA
Precisamente por eso hay que caer en las tentaciones antes que éstas se pudran, o se pasen de fecha o se conviertan en algo que jamás nos tentaría. Hay que pecar, pecar con convicción, decisión y, según la naturaleza del pecado, con precaución. Cuando el tren abandona la estación es muy dificil poder asirse de nuevo a alguno de sus vagones.
ResponderEliminarSidra y besos.
Pero ... quedan manzanas, claro que si solo quieres esa manzana ¡malo! También puede ser que la mires con malos ojos y solo esté un poco deshidratada.
ResponderEliminarBesos y manzanas. PAQUITA
Eso por dormir tanto.
ResponderEliminarIslamaria
Bueno, éste era pa los sueños de las manzanas (bonito título, Rafa, se macaba de ocurrir).
ResponderEliminarIslamaria
No, pa éste. La madre que parió a las cervezas. En fin , no sé, Rafa, pon el comentario donde te salga de las mismas gónadas.
ResponderEliminarIslamaria
Menos mal, maría, que son micro-relatos, que si fuesen tochos estilo el Código da Vinci... je, je.
ResponderEliminarPero bueno, por la cerveza se admite todo.
Besísimos.