lunes, 14 de noviembre de 2016

Aquellas fiestas navideñas de principios de siglo

A menudo recuerdo
con frustración la noche
cuando, sin yo pedir
nada, dijiste "¡NUNCA!",
y yo, que iba borracho
y no llevaba un solo
condón en los bolsillos
pensé "no es no, eso es todo",
y abandoné una lucha
que no había comenzado
ni tenía intención
de iniciar esa noche
ni quién sabe si nunca.
Mas juro que, si entonces,
hubiese conocido
lo de Susana Díaz
y Felipe González,
habría, tras tu “nunca”,
buscado una farmacia
de guardia para luego
suplicarte de forma
insistente que echásemos
un buen polvo hasta haber
logrado tu abstención...
“Nunca… no es no… jamás…
ay,,, no sé… ay... no sé…
ay no... séééé… bueeeeno… veeeenga…
oh sí… ooooh sííí… nooo… paaares…
oh más ay... mááááás, oh… ooooh… 
sigue más... sigue más… ay dios… oh más…
oh más… oh dios… oh sigue... más más más sigue sigue…”

1 comentario:

Carlos dijo...

El otro día escuché en la radio que cuando se hace el amor se emiten sonidos tan vulgares como si reparásemos un enchufe o un grifo. ¿Será verdad?