miércoles, 15 de abril de 2015

De genios e hijoputas

Escribe bien —me dices—, es un genio
de la imaginación y la palabra;
¿acaso importa, entonces,
que sea un hijoputa desalmado?
Importa. La palabra
no es neutral; puede ser
pipa de opio y anillo
en el pulgar del césar,
o arado, hoz y martillo.
¿Importa? Sí que importa.

4 comentarios:

Milena dijo...

Las "bellas" palabras de un desalmado nunca alcanzan nuestro corazón.

Carlos dijo...

Espléndida foto acompañando tu texto singular

Anónimo dijo...

Discrepo. Será un hijo de puta que escribe bello. O pinta bello. O compone un música sublime.La obra de arte no necesariamente es autobiográfica; a veces, muchas, adquiere vida y entidad propia con independencia de la mano del eventual hijo de puta que la parió.
Agustín Casado

ralero dijo...

No hay discrepancia, Agustín. En efecto es un hijoputa que escribe bello. Pero su hijoputez importa. Y por buena que sea su obra, nunca debería servir -como de hecho sucede tantas veces- para disculpar e incluso velar el hecho de que sea un malnacido.